Entro y salgo.
Quizás fue el olor
o esa melena negra.
Antes no estaba ella,
solo el color.
Ahora sí, te veo.
Entro,
me zambullo de cabeza.
Entre almohadones de látex natural
una lengua desenrosca el tiempo
alrededor de mi cintura
tirando a patadas
las puertas de la relatividad.
Salgo,
con una certeza,
la de no querer quedarme.
Prefiero la posibilidad
de sentir el goce
de volver a entrar.
de sentir el goce
de volver a entrar.
5 comentarios:
Tus letras parecen algo rotundo, certero, pensado y sabido.
Me alegro mucho de que vuelvas a escribir, aquí y en Albanta, me gustas.
Un besazo.
No te pierdas otra vez, eso es lo principal. No hay nada mejor que quererse, bueno..hoy he probado un mus de arandanos que no ta nada mal..
lo he entendido, me ha gustado.
kisses
mummy: yo tambien me alegro de poder hacerlo, no sabes cuánto. Un beso encanto. Gracias.
charlie: amos a ver lo que dura....por ahora sigo aquí.
Eso va a ser que estas madurando.
Pa ti un achuchón.
Entrando, saliendo, espero que nos vayamos cruzando...a ver si esa lengua desenrosca el tiempo o es la tuya la que se desenrosca y continúa hablando, contando historias.
A ver, a ver...
Me alegro de verte sin chichones.
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