viernes, 26 de septiembre de 2008

Lluvia




Hoy la lluvia me escupió a la cara.
Golpeó tejados con ráfagas de cristales rotos
no hizo charcos, sólo arroyos.
Sacó chispas de las cuerdas
mareó valles
quebró trastes.

Hoy la lluvia, encrespada,
desfloró la tierra.
Vino con ganas de guerra
y ganó la batalla.

martes, 23 de septiembre de 2008

Reencuentro






Entro y salgo.
Quizás fue el olor
o esa melena negra.
Antes no estaba ella,
solo el color.
Ahora sí, te veo.


Entro,
me zambullo de cabeza.
Entre almohadones de látex natural
una lengua desenrosca el tiempo
alrededor de mi cintura
tirando a patadas
las puertas de la relatividad.


Salgo,
con una certeza,
la de no querer quedarme.
Prefiero la posibilidad
de sentir el goce
de volver a entrar.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Melocotones




En el silencio de la mañana, comienzo a oír un rumor. Creía que surgía en mi cabeza pero, al abrir la puerta ha adquirido más fuerza.
Ahora los veo. Cientos, miles de melocotones ruedan monte abajo y― por el camino que llevan― acabaran en mi patio.
No sé de donde han podido salir, pero me da igual. Estoy de suerte. Tengo hambre.

sábado, 7 de junio de 2008

Ruido en mi cabeza

MIKHAYLOV SERGEY


Siete escolopendras

con tacón de aguja

van contoneándose

en fila de a una

sin prisa, sin arte

punteando el camino

hacia ninguna parte.


martes, 3 de junio de 2008

Hoy





Huele a rosas en las esquinas
y en las casas, a pan caliente
Hoy sonríen las vecinas,
y la pasta salió “al dente”

Los semáforos saben a fresa,
la envidia, a lima limón
Hoy como cama, la mesa
y como mesa, el colchón.

El hielo sólo en las copas,
no se arrastran las serpientes
Hoy Mafalda pide sopa
y los ríos son torrentes.

Las piedras están mullidas,
el mundo no tiene prisa
Hoy todo son bienvenidas
y de comida, tu risa.

lunes, 2 de junio de 2008




El sonido de tus pasos,
cada vez mas débil,
va arrancando mi fuerza.
Un paso, un mordisco
otro paso, una dentellada.

Insolentes pedazos
rodeando mis pies.
Leños apilados
aclamando la chispa
que prenda la pira.

jueves, 29 de mayo de 2008

Esperando

Una mancha borrosa,
una sombra sin sol,
esperando…
Incapaz de acercarse
a la masa boreal
que le aterra
No deja de mirarla,
esperando…
A veces escucha
deliciosos trinos
seductores,
pero sabe que sólo
son señuelos.
No caerá en la trampa
Sabe que
solo es necesario
esperar.
Otras veces,
terribles crujidos
hacen que se
estremezca,
difuminándola,
hasta casi hacerla
desaparecer.
Pero consigue
recomponerse
Sabe que
solo es necesario
esperar

Y espera

Por fin llega la hora,
su hora.
Ya no es gris
Es de un negro intenso,
irisado, precioso.
Se llena de luz,
de color,
de todos los colores
Y vive
Y ríe
Y goza
Olvidando lo que es.
Una mancha borrosa,
una sombra sin sol,
esperando…